Decidí solicitar la beca en tercero de ESO debido a que una amiga (Marta) me habló sobre ella un día en el recreo.
La
beca se solicita en cuarto pero lo tenía decidido desde tercero porque,
sinceramente, quería salir de mi ciudad y, como se dice, ver mundo.
Tras
hacer dos exámenes, el primero escrito y el segundo oral (cada uno era a
su vez una fase que pasar) solo me quedaba esperar para ver los
resultados.
Nadie creía que fuera a entrar, es más, ni yo lo
creía. Se presentaba mucha gente y yo me preguntaba una y otra vez, ¿Por
qué a mi? ¿Por qué me cogerían a mi? A día de hoy sigo sin estar segura
jajajajaja.
Y llegó el día. El 11 de febrero a partir de la una pondrían los resultados en la web.
Yo
era un manojo de nervios, estuve toda la mañana con la mente en las
nubes, dándole vueltas al posible giro que podría dar mi vida si me
cogían. Cuando estoy nerviosa me muerdo los labios. Bueno, pues ese día
os puedo prometer que me sangraron. Pasaron las clases; mates, biología,
inglés, lengua y francés. Y a última hora me dijeron que el profesor de
educación física se retrasaría. Recuerdo que, como mi clase está como
en un recinto apartado con unas cuantas más al lado del recreo salí a
que me diera el aire.
En ese momento salieron algunos compañeros
míos también ya que habían encontrado en clase un frisbee (todo muy
normal jajajaja) y me puse a jugar con ellos.
Ya había conseguido
olvidarme del tema cuando otra amiga mía (Cristina) salió corriendo de
clase y me gritó: -¡¡¡Sara, Carmen(otra chica que se presentó a la beca)
ya esta viendo los resultados, ven, corre!!!-
Por lo que corrí como
alma que lleva el diablo hacia clase. Cuando entré se me cayó el alma a
los pies al ver la cara tan seria de mi compañera. Ella no había entrado
y pensé: Mierda, entonces yo tampoco. Al verme me dijo que me había
buscado y que no estaba en la lista. Pero yo no me lo quería creer,
quería verlo por mí misma, así que le pedí el móvil y busqué por la F de
mi apellido (Ferreira) Fernández, Fernández, Fernández... Ferreira.
Encontré mi apellido y siguiendo la lista vi mi nombre. En ese momento
me quedé parada y volví a revisar los apellidos. Cuando vi que Cristina
me gritaba que había entrado fue cuando fui consciente de ello. Toda la
gente que había en clase se levantó y me dio un abrazo de piña (en
grupo). Yo me puse a llorar (si, lloré, pero solo un poquito jajajaja)
Cristina me llevó fuera y se lo gritó a todo el patio (menos mal que
solo estaban los de mi clase fuera). Y los de fuera también me dieron
otro abrazo de piña.
De un momento a otro me ví rodeada de un
montón de gente preguntándome un móntón de cosas. Para ser honesta, me
sentí muy realizada y como si me hubiera bebido 20 Monsters. Podría
haber dado educación física y luego irme tan tranquila a correr un
maratón.
Y ahora, estoy a la espera de que me asignen la familia y
el lugar donde viviré el próximo año. Ese año se ha convertido en un
gran signo de interrogación para mí. Estoy aterrada y a la vez
espectante por esta "aventura"que voy a vivir.

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